ATENCIÓN

Es un proceso psicológico básico indispensable en el procesamiento de la información,  acompaña todo el proceso cognitivo y actúa como agente discriminatorio ejerciendo la  función de filtro de los diferentes estímulos percibidos por el individuo  es así como permite que el sujeto focalice su conciencia hacia un estimulo en especifico que  lo demande.  
Este proceso ocurre simultáneamente con otros procesos, como la percepción y la memoria a corto y largo plazo. La atención y la memoria son dos procesos íntimamente ligados y necesarios para nuestro funcionamiento y adaptación en la vida cotidiana (Ruiz-Contreras & Cansino, 2005).
 En esta actúan varias subfunciones que organizadas jerárquicamente son:

  •        Nivel de conciencia
  •         Orientación
  •        Concentración
  •        Velocidad de procesamiento
  •         Motivación
  •        Selectividad

Existen múltiples teorías sobre la atención algunas  son las siguientes:

Modelos teóricos de la atención en orden cronológico



Autor

Año

Modelo teórico





Broadbent




1958

Modelo de filtro. El filtro o “cuello de botella” ocurre al principio del procesamiento y se basa en las propiedades físicas de los estímulos cuando ingresan al procesador. Cierta cantidad de la información no seleccionada se mantiene en un almacén temporal, la cantidad y el detalle son limitados y no se puede precisar el significado semántico.




Deutsch y Deutsch



1963

Modelo de pertinencia. Asegura que los estímulos que entran son sometidos a un análisis perceptual completo y la selección (el “cuello de botella”) se produce en el extremo, es decir, casi al dar la respuesta.



Treisman


1964

Modelo de atenuación. Afirma que la atención desatendida es atenuada pero no rechazada totalmente y la localización del “cuello de botella” es algo inflexible.



Norman


1968

Modelo de pertinencia. La selección del mensaje depende del conjunto de sus características sensoriales y de las expectativas del organismo. La atención es, en este modelo, un mecanismo de abajo-arriba guiado por las expectativas cognitivas de la persona.




Kahneman



1973


Modelo de capacidad limitada. Propone la existencia de un límite superior para el número de cosas que se pueden hacer en forma simultánea, lo cual implica un procesador central de capacidad limitada que determina qué tanta atención se da a diferentes tareas, dependiendo de la cantidad de esfuerzo mental que implique.




Posner y Snyder



1975

Modelo de la activación automática y atención consciente. Existe una diferencia conceptual entre procesamiento automático y procesamiento controlado. Los procesamientos automáticos deben ser sin intención, no deben originar un conocimiento consciente y no deben interferir en ninguna otra actividad mental que sigue su curso. La atención consciente tiene una capacidad limitada.




Shiffrin y Schneider



1977

Modelo de procesos controlados y automáticos. Hacen una diferencia entre procesamiento automático y procesamiento controlado. El procesamiento automático es rápido, paralelo e inflexible, mientras que el controlado es lento, seriado y flexible.



Allport


1980

Modelo de módulos. Rechaza el modelo de procesador central y propone diferentes módulos de procesamiento específico, que son independientes y operan en paralelo.



Baddeley


1986

Su propuesta es la teoría de la síntesis: un procesador central, además de sistemas específicos ordenados de manera jerárquica.







Posner, Petersen y Raichle






1990

Teoría atencional. El sistema de control atencional posee una arquitectura de naturaleza modular que está compuesta por tres sistemas o redes atencionales: la red atencional posterior (encargada de la orientación), la red atencional anterior (encargada del control atencional) y la red de alerta o vigilancia (encargada de producir y mantener el estado de alerta). Aunque estas redes operan de manera conjunta en la mayor parte de las actividades cotidianas, los datos experimentales han permitido identificar sus componentes en términos neuroanatómicos, así como aislar la función de cada uno de ellos (Mestre y Palmero, 2004).






Tudela





1992

La atención como sistema de control. […] La atención es un mecanismo cognitivo independiente de lo que son los diferentes sistemas de procesamiento (perceptivos, motores, de memoria, de aprendizaje), […]. Es un mecanismo central de capacidad limitada cuya función primordial es controlar y orientar la actividad consciente del organismo de acuerdo con un objetivo determinado (Tudela, 1992 citado en Mestre y Palmero, 2004).

















García-Orza y cols.

















2002

El estudio del sistema atencional desde una aproximación neurocognitiva. […] Lo novedoso de esta nueva aproximación es que realiza un análisis empírico y teórico de la atención explicando cómo opera cada una de las distintas formas de atención y qué mecanismos neuronales están implicados en cada una de ellas.
[…] A su vez se aprovecha de los avances en imaginería cerebral que permiten registrar la actividad cerebral en medio de la ejecución de una tarea cognitiva. De igual forma utiliza los estudios neuropsicológicos de pacientes con lesiones cerebrales localizadas que permiten observar qué deterioros cognitivos están asociados con las áreas cerebrales. “[…] Según García, J. Madrazo, M y Viñals, F. (2002): […] Estos estudios deben avaluar y/o desarrollar modelos sobre el funcionamiento cognitivo normal, modelos que a su vez deben servir para explicar la conducta de sujetos lesionados, en este sentido el modelo cognitivo trata de identificar a partir del empleo de diferentes tareas qué procesos se encuentran alterados y cuáles intactos en el sistema de procesamiento lecto-escritor de los pacientes con daño cerebral”, que para efectos
del tema tratado sobre la atención opera de la misma manera con el fin de explicar el proceso desde esta
perspectiva neurocognitiva. Y por último, se vale de los registros unicelulares con primates no humanos
que permiten aislar células individuales de distintas operaciones atencionales (Mestre y Palmero, 2004).





TIPOS DE ATENCIÓN 

Se puede hablar de los siguientes tipos de atención:
De acuerdo a los mecanismos utilizados por el individuo se habla de:
Atención selectiva: esta atención es la habilidad que tiene un individuo para responder a los aspectos que requiere una determinada situación o actividad y lograr apartar a todas aquellas que no resulten indispensables para llevarlas a cabo.
Atención sostenida: esta clase de atención se da cuando una persona necesita permanecer consciente sobre los requisitos para llevar a cabo una determinada actividad y poder desempeñarla durante un largo período de tiempo.
Atención dividida: alude a aquella habilidad que tiene una persona de atender a por lo menos dos estímulos al mismo tiempo. También se le llama atención divida aquella que, frente a una carga de estímulos, el individuo logra repartir sus recursos atencionales para así poder desempeñar una tarea compleja.
De acuerdo al nivel del control de voluntad que exista se habla de:
Atención involuntaria: ésta está vinculada con el surgimiento de algún estímulo que resulte nuevo, significativo y fuerte que, tras la monotonía o repetición, desaparece. Esta atención se caracteriza por ser emocional y pasiva ya que la persona no se dirige hacia el objeto o situación intencionalmente ni tampoco ejerce ningún tipo de esfuerzo. Además, esta atención no está vinculada con los motivos, necesidades o intereses inmediatos del individuo.
Atención voluntaria: es la desarrollada a lo largo de la niñez, por medio del aprendizaje escolar y el lenguaje. La atención voluntaria se alcanza luego de que el niño tiene la capacidad de señalar objetos así como también nombrarlos independientemente de sus padres. Esto indica entonces que la atención voluntaria es el resultado del desarrollo de la involuntaria y, una vez adquirida, el individuo pasa de una a otra constantemente.


ENFOQUE NEUROPSICOLÓGICO DE LA ATENCIÓN

Tradicionalmente se entendía a los la ciencia ha demostrado la imposibilidad de atribuir alteraciones en dichos procesos a causas de localización específica, por lo que los procesos psicológicos no debían ser considerados como la función directa de limitados grupos de  células en el cerebro, tal como lo señala Luria: procesos psicológicos como la función de un tejido particular del cerebro, sin embargo con el transcurrir del tiempo,
 “Las funciones mentales como sistemas funcionales complejos no pueden localizarse como zonas restringidas del cortex o en grupos de células aisladas, sino que deben estar organizadas en sistemas de zonas que trabajan concertadamente, cada una de las cuales ejerce su papel dentro del sistema funcional” (1988, p.30).
Desde el punto de vista neuropsicológico la atención viene a ser la expresión del trabajo del Sistema Activador Reticular Ascendente (SARA) y de los hemisferios cerebrales, sincronizados por la actividad de los lóbulos pre-frontales. El Sistema Activados Reticular, con sus fibras ascendentes y descendentes constituye un aparato neurofisiológico que pone de manifiesto una de las formas de reflejo señaladas inicialmente por Pavlov y luego por Luria, conocida como el reflejo de orientación o la respuesta de orientación.
Dicho reflejo se caracteriza por una serie de reacciones electrofisiológicas, vasculares y motoras evidentes, como La vuelta de ojos y cabeza hacia el lado donde se halla el nuevo objeto, reacciones de alerta y escucha, alteraciones de respiración y del ritmo cardiaco, disminución o cese de toda actividad irrelevante. Estos fenómenos pueden ser observados siempre que surge una reacción de alerta o reflejo de orientación, suscitada por la aparición de un estímulo nuevo, esencial o significativo para un individuo (Celada y Cairo, 1990; García, 1997; Luria, 1986).
Por otro lado, el tallo cerebral y el sistema activador reticular ascendente (SARA) son los responsables del estado general de vigilia, indispensable para la activación atencional. Otras estructuras cerebrales que contribuyen con el reconocimiento selectivo de un estímulo particular y la inhibición de respuestas a estímulos secundarios son el cortex límbico y la región frontal, esta última encargada de preservar la conducta programada. Disfunciones o lesiones en estos circuitos afectan significativamente la capacidad atencional.



SISTEMA ENDOCRINO Y ATENCIÓN 

Los componentes químicos de nuestro cerebro son la verdadera savia vital del sistema atencional. Dichos productos incluyen neurotransmisores, hormonas y péptidos.  Algunas de los neurotransmisores que participan en el proceso atencional son:


  •           La acetilcolina es un neurotransmisor que parece estar vinculado con la somnolencia.  En general, sus niveles son más altos al final de la tarde y durante la noche. Evidentemente, estamos más alerta con mayores niveles de adrenalina.

  •       La norepinefrina es el más implicado en la atención (Hobson, 1994 citado en Jensen, 2004). “Los estudios indican que cuando estamos más soñolientos […], nuestros niveles de norepinefrina son generalmente bajos; cuando estamos demasiado inquietos y estresados, los niveles son demasiado bajos” (Jensen, 2004, p. 68).



 BIBLIOGRAFIA
Ruiz, A. y Cansino, S. (2005). Neurofisiología de la interacción entre la atención y la memoria episódica:
revisión de estudios en modalidad visual. Rev Neurol.41 (12), pp. 733-743.






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